No nací para conocer grandes logros, más bien, lo único grande que conozco es la percepción propia algo inflada...rozando cada fracción de segundo el egocentrismo, no he nacido para saborear las nubes, más bien, para degustar toda mí vida el hormigón, Cuando juré por mis alas, sabía que las reafirmaría, para luego extinguirlas por la espontaneidad y concurrentes mentiras, Si hasta yo, en algún momento me sentí absuelto de culpas, si hasta yo en algún momento confié en mi sonrisa, me dí tantas vueltas que sentí perderme y romper con los círculos, sin embargo, toda la vida...la gasté en dar vueltas, todas mis fuerzas se agotaron en ese casi perfecto intento de mentirme.
Si no hubiera sido por la crueldad del espejo, por la crueldad de mis manos o de mi cuerpo, si no hubiera sido por la sugerencia de tú mirada que me norma, si no fuera por el relieve que le doy a tu vida en la mía...no estaría entregándome al desenlace de mi eterna pobreza, no estaría a prontas de terminar de una vez por todas conmigo mismo...-Suena un estampido-
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